sábado, 5 de diciembre de 2009

Hello world.

Cuando uno es recién llegado a un sitio, es de recibo presentarse. Ahora bien, ¿y si todavía no ha llegado nadie? Aún más: ¿y si sabe que lo más probable es que pase mucho tiempo antes de que alguien aparezca, e incluso sospecha que puede que nunca suceda tal cosa? Entonces estamos hablando de un paria, o al menos un tipo que se ha equivocado.

Pero no, aún no es el caso. He creado este blog sabiendo que -siendo optimistas- poca gente aparecerá por aquí, y aún un minúsculo porcentaje de esos visitantes hará constar su paso por este yermo desierto dejando comentarios o enviándome mails amenazadores. Y eso es lo mejor de todo: que me da lo mismo. Maldita sea, no voy a justificar lo injustificable. Únicamente daré mis razones. Este blog nace por unas circunstancias bien concretas...

Desde hace aproximadamente cuarenta y cinco días me encuentro recluido en mi casa, más de lo habitual, debido a una operación. En alguna parte de nuestra vida casi todos acabamos pasando por el quirófano al menos una vez, y en mi caso ha sido a los 31 años debido a que padezco una "luxación reincivante de ambos hombros". Usease, que se me salen cada dos por tres por las razones más variopintas, desde realizar un poderoso ataque de kung-fu que pocos maestros en el mundo conocen, hasta intentar alcanzar el mando a distancia o dar una vuelta en la cama en mitad de un sueño. Como comprenderéis -¿ya ha llegado alguien?-, algo incomodísimo e inaceptable. El caso es que después de sufrir estos percances desde donde la memoria me alcanza y tras numerosas pruebas médicas y solicitudes de operación en la que distintos cirujanos tenían distintas opiniones -el uno por el otro, la casa por barrer- finalmente el 17 de octubre me avisaron por teléfono instándome a que me presentara -limpito, ayunadito y tempranito- el día 20 para mi anhelada operación. Me explico, no es que fuera anhelada ni mucho menos en sí misma, pero no podía seguir las 24 horas con el miedo en el cuerpo por si cualquiera de mis dos articulaciones decidía irse de vareta. Os lo juro, habrán cosas peores seguro, pero una luxación de hombro es la más horrenda y traumática sensación que jamás he experimentado... hasta la fecha. Y si se produce con una regularidad aproximadamente menstrual, es ya la leche. Vale, vale, ya me salgo de este jardín. El caso es que me alegré bastante de que al fin me operaran, pero debido a la complejidad de la intervención, que no explicaré de momento, asumí también que tendría un largo perído de rehabilitación. Y aquí llega la madre del cordero: durante mes y medio he estado con el brazo en cabestrillo intentando que no se moviera en absoluto para no estar dependiendo de calmantes. Esto ha implicado mucho sofá, mucha tele, el doble de vagabundear y escarbar por internet -cielo santo, prácticamente todo es porno- y aún así 20 horas diarias de aburrimiento. Sí, he dicho 20 horas diarias. Debido a mi incómoda posición para dormir, el poco desgaste físico al que me veo sometido y que recientemente me han regalado una de esas malditas Nespresso y un montón de monodosis de ¡dieciseis! distintas variedades de café, he estado durmiendo realmente poco. Hasta ahora el Facebook me ha salvado la vida, aunque hay que reconocer que tiene dos caras opuestas: por un lado me ha presentado ciertas personas interesantísimas, pero por otro esas personas han tenido que aprender a convivir con mi presencia virtual. El yin y el yang, my friend. Pero como he oido que hay vida más alla de sus fronteras, he decidido que puestos a (mal)gastar créditos de vida al menos escribiré algo que me distraiga y puede que hasta me permita despilfarrar algo de bilis. Básicamente eso...

De momento terminan aquí mis justificaciones, esas que no estaba dispuesto a dar hace bastantes lineas. Para variar esta noche tengo una cena y se me echa el tiempo encima -probad a ducharos, vestiros y arreglaros con un solo brazo- para irme. Así que...

Continuará... (o no)

4 comentarios:

  1. No me gusta tu block.
    Te encanta escucharte.
    No escribes bien.

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  2. Valiente amigo Anónimo:

    Me trae sin cuidado lo que te guste o no.
    En todo caso me encantará leerme, no escucharme.
    Esto no es un "block", es un blog.

    Atentamente, Yo.

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  3. Pues a mi me está gustando, asi que, con permiso, me quedo por aqui!

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